CRISTINA EN COLORES FLORECIENTES

AÑO:  1988  |  TAMAÑO:  11” x 17”  |  TÉCNICA:  Plumilla

CRISTINA EN COLORES FLORECIENTES

AÑO:  1988
TAMAÑO:  11” x 17”
TÉCNICA:  Plumilla
Nilsa Justavino - Cristina En Colores Nacientes

La liberación de ti misma, la iniciación de la condición de mujer, como los colores nacientes, en primera instancia surge con la salida del vientre materno —la flor, el rompimiento con los tabúes, las restricciones establecidas para hacerte un ente único, real, individual.  Es un proceso doloroso, una lucha interna entre la confusión y la realización de un sueño.  Se sueña con parir —el hijo en la sombra; se sueña con ser deseada (labios) y ser libre (gaviota en los labios), se anhela y se ama (ojo) y se quiere sufrir al amar (lágrima).  En el lado de la luz, este es el futuro. 

En la sombra, todo lo recóndito. Lo íntimo, lo inconfesable…

Ser mujer duele —el dolor es el crisol que purifica y transforma.

Cual telón de este drama evolutivo, un capullo cual paloma con las alas replegadas, dispuesta a volar, frenada en el intento, sujeta al tallo.  Esa soy yo, Fémina.  Sujeta en mis propias cadenas, esclavizada en mis propios temores; atada por mi propia voluntad a ser lo que soy, a la imagen que se ha creado para mí, y desesperada por ser lo que no soy, en una búsqueda inútil de libertad.

¿Liberarme? ¿De quién? Soy libre porque soy vida.  Mi misión creadora me hace auténticamente inmortal … y la Inmortalidad es mujer, como yo.

Escrito en 1989.