FÉMINA, FLOR Y FRUTO

Nilsa Justavino - Ganexa Fémina, Flor y Fruto 001

prefacio

Ente controvertido la fémina de nuestros días y la de siempre. Mal entendida, sojuzgada, vilipendiada, desplazada y paradójicamente codiciada, ensalzada y elevada a niveles imposibles, que trascienden su humanidad.

Mujer, se espera de ti que seas incólume, sublime, abnegada, sustraída de tus propios instintos y deseos, generosa, desprendida. Se te condena por auténtica, independiente, realista, egocéntrica, resuelta o libre. Se te ata a un sinnúmero de convencionalismos desde que la humanidad se reconoce a sí misma, e infelizmente, por condicionamiento, tú misma, interiormente lo has tomado como una «verdad» bíblica, como un dogma decretado de lo alto —inexorable, indiscutible, irredimible.

La sociedad, amparada tras sus cánones rígidos y arbitrarios de conducta te emplaza, te atisba, te censura, te conmina a someterte o te advierte el precio de tu insubordinación.

¡Ay mujer! que en la debilidad de tu carne, y en la fragilidad de tu ánimo se hunden con saña las garras de la incomprensión. Paradójicamente, eres tú quien crea, quien procura la evolución de esa misma humanidad que te impide ser tú misma. Tú nutres, educas, condicionas a quienes posteriormente serán tus seductores, tus detractores, tus verdugos.

Frente al Mundo, Las Consejas (fragmento)
Nilsa Justavino — Marzo de 2002

GALERÍA DE CUADROS